LA VIRGEN SUEÑA CAMINOS
La
Virgen sueña caminos está a la espera
La virgen sabe que el
niño, está muy cerca
De Nazareth a Belén hay una senda
Por
ella van los que creen en las promesas
Los
que soñais y esperais la buena nueva
Abrid las puertas al niño
que está muy cerca
El Señor cerca está, el viene con la paz
El
Señor cerca está, el trae la verdad
En
estos días del año el pueblo espera,
Que venga pronto el mesías
a nuestra tierra
En la ciudad de Belén llama a las puertas
Pregunta a las posadas… y no hay respuesta
La
tarde ya lo sospecha; está alerta.
El sol le dice a la luna que
no se duerma.
A la ciudad de Belén, vendrá una estrella,
vendrá
con todo el que quiera cruzar fronteras
Adviento. Un
tiempo particularmente apto para el culto a la Madre del Señor.
El Calendario Litúrgico Pastoral, citando la Marialis cultus, explica brevemente el sentido de la Solemnidad de la Inmaculada, que se conmemora el 8 de Diciembre:
El Calendario Litúrgico Pastoral, citando la Marialis cultus, explica brevemente el sentido de la Solemnidad de la Inmaculada, que se conmemora el 8 de Diciembre:
"Se celebran conjuntamente la
Inmaculada Concepción de María, la preparación esperanzada a la
venida del Salvador y el feliz comienzo de la Iglesia, hermosa, sin
mancha ni arruga (Marialis cultus, 3)".
La Inmaculada Virgen aparece, de este modo, vinculada a la venida del Salvador y al comienzo de la Iglesia. Al inicio del año litúrgico, en este tiempo de Adviento, María, concebida sin pecado, se nos presenta como modelo de esperanza y como tipo de la Iglesia.
Juan Pablo II, en la encíclica Redemptoris Mater, destacaba el carácter mariano del Adviento, al señalar que, en la liturgia de este tiempo, se refleja cada año el "preceder" de Santa María a la venida de Cristo:
“[Ella] en la ´noche´ de la espera de adviento, comenzó a resplandecer como una verdadera ´estrella de la mañana´ (Stella matutina). En efecto, igual que esta estrella junto con la ´aurora´ precede la salida del sol, así María desde su concepción inmaculada ha precedido la venida del salvador, la salida del ´sol de justicia´ en la historia del género humano" (Redemptoris Mater, 3).
La Inmaculada Virgen aparece, de este modo, vinculada a la venida del Salvador y al comienzo de la Iglesia. Al inicio del año litúrgico, en este tiempo de Adviento, María, concebida sin pecado, se nos presenta como modelo de esperanza y como tipo de la Iglesia.
Juan Pablo II, en la encíclica Redemptoris Mater, destacaba el carácter mariano del Adviento, al señalar que, en la liturgia de este tiempo, se refleja cada año el "preceder" de Santa María a la venida de Cristo:
“[Ella] en la ´noche´ de la espera de adviento, comenzó a resplandecer como una verdadera ´estrella de la mañana´ (Stella matutina). En efecto, igual que esta estrella junto con la ´aurora´ precede la salida del sol, así María desde su concepción inmaculada ha precedido la venida del salvador, la salida del ´sol de justicia´ en la historia del género humano" (Redemptoris Mater, 3).
Fuente: http://es.catholic.net/sacerdotes/222/578/articulo.php?id=3929